Anali Sthefani Garayar Zevallos.

jueves, 1 de octubre de 2009

Al gran ingenioso hidalgo DON QUIJOTE DE LA MANCHA.





En un lugar de la mancha...
 de cuyo nombre ya hubieran querido ver estos ojos mios...
....hace muchisimo tiempo
 Que, vivia un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor del que hoy soy un gran admirador ....

y al que ...



    hoy  le escribo asi...





Hombre de carne y hueso.
Caballero con yelmo de argento.
retador de molinos de viento .
Quijotesco  idealista confeso.



Caminante descalzo,
pies heridos.
Desafiante de batallas sangrientas.
Soldado de metralla macilenta.
Hidalgo que no teme al destino.



Espíritu de hierro ,
ejemplo de honor.
Trovador de letras puras y ardientes.
Invasor de mi corazón imprudente.



El amor es como el quijote, solo recobra la cordura para morir.
Jesús María Hernandez Gil.


Siguiendo con mi relato de hombre tan grato:
frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años, era de complexion recia, seco de carnes, enjuto de rostro.




Tenia de sobrenombre Quijada, o Quesada, que en esto hay alguna diferencia en los autores que de este caso escriben;
aunque por conjeturas verosimiles se deja entender que se llamaba Quijana.

...Pero, esto importa poco a nuestro post: basta que en la narracion de él, no salga un punto de verdad.
 ES....
Pues, que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso (que eran los mas del año), se daba a leer libros de caballeria con tanta aficion y gusto ....
Que olvidó casi de todo punto, el  ejercicio por ese gusto...

y...
así, del poco dormir y del mucho leer se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el
  juicio




(el quijote)




                                                       


¡si por el frisaban los 50 años, por mí no pasa la mayoria de edad!
                       ¿y como seré cuando llegue a su edad?


 
 
 









                             

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