Anali Sthefani Garayar Zevallos.

jueves, 8 de octubre de 2009

Leyes universales:


A mis delirios de abogada:


Todas las cosas flúyen por medio de estas siete Leyes.







La belleza de estas Leyes es que una vez que uno las comprende y vive de acuerdo a ellas, la vida se convierte en algo simple





 









I

Ley de Control

La Ley de Control dice simplemente que todos tenemos una alta estima por nosotros mismos, al mismo grado como sentimos que tenemos el control de nuestras vidas. Desafornunadamente la mayor parte de la población no vive en concordancia con esta Ley sino más bien lo hacen a la inversa: por la Ley del Accidente. La verdad de la cosa es que cada uno de nosotros debe estar en pleno control de sus vidas, pero hasta que uno no de el paso que determine que es responsable personalmente por lo que le suceda, no puede evitar vivir por accidente.


II

Ley del Accidente

Esta Ley dice que nosotros nos lamentamos mucho por nosotros mismos, y nos tenemos una baja estima hasta el grado de que percibimos que son los eventos y circunstancias las que gobiernan nuestras vidas. En otras palabras, somos las víctimas de todo lo que pasa a nuestro alrededor. Si sucedieran cosas favorables, nos beneficiamos, pero si las cosas salen mal, entonces nos hacemos las víctimas.


III
Ley de la Causa y Efecto

Esta Ley es también conocida como la Ley de Hierro del Destino Humano porque es muy profunda y poderosa.
La Ley de Causa y Efecto dice simplemente que todas las cosas suceden por una razón. Todas las acciones tienen sus consecuencias al igual que las inacciones. Resumiendo: esta Ley dice que por cada efecto en nuestra vida hay una causa específica. La Ley también puede aplicarse en un sentido físico por medio del exámen de la tercera Ley del Movimiento cuyo autor es Sir Isaac Newton. Esta Ley dice que "por cada acción hay una reacción opuesta igual." Si por ejemplo usted coloca su mano sobre la flama de una vela (la causa), el efecto sería que su mano se queme y le duela.

Lo realmente maravilloso de esta Ley es entonces que por definición, deberíamos ser capaces de manifestar lo que verdaderamente queremos (el efecto), simplemente ejercitando las mismas causas que otros lo hicieron antes de nosotros, y fueron exitosos.

IV

Ley de la Creencia

La Ley de la Creencia dice que cualquier cosa que usted crea con cierto tino y convicción, se convierte en su realidad. Hasta que no cambie sus creencias usted no podrá empezar a cambiar su realidad y su rendimiento personal.

Seguramente usted ha oido hablar de los incrédulos y de los que siempre dícen "No" a todo y que se les encuentra por ahí, o también los que siempre están diciendo, "Lo creeré cuando lo vea con mis propios ojos" La realidad es de otra manera: no es sino hasta que lo crea para que lo quiera ver ( no importa lo que sea).

Tal vez las creencias auto-limitativas sean los pensamientos más perjudiciales; esos pensamientos lo apartarán del éxito que usted pudiera estar deseando pero no cree que lo pueda lograr. Hay un viejo refrán que dice: "Pensar que puede o que no puede, es su derecho". Este refrán es bastante congruente con la Ley de la Creencia.


V

Ley de la Expectativa

La Ley de la Expectativa nos dice que cualquier cosa que esperemos, con confianza, se covierte en una profecía de auto-cumplimiento. Cuando uno espera algo con la confianza de que va a suceder lo bueno, usualmente ello sucede. Si por otra parte uno espera algún resultado negativo de una situación x, entonces el resultado será negativo.

Nuestras expectativas juegan un rol principal en los propios resultados, y tienen un importante efecto en la gente cercana a nosotros. Lo que esperamos de aquellas personas alrededor nuestro determina nuestra actitud hacia ellos más que cualquier otro factor. A su vez, la gente cercana a nosotros tiende a reflejar nuestras actitudes hacia nosotros mismos - ya sea que las expectativas y actitudes sean positivas o negativas, buenas o malas.

VI

Ley de la Atracción

La Ley de la Atracción dice que nosotros ejercemos atracción hacia dentro de nuestras vidas, eso que focalizamos con nuestro pensamiento. Si sus pensamientos están constantemente en resultados positivos y buenos, entonces eso es lo que manifestaremos. Si, por el contrario, sus pensamientos predominantes son resultados negativos y pobres, entonces eso es lo que usted atraerá hacia sí.

Esto está basado en el simple hecho de que el universo y todo lo que hay en él, es energía vibracional en movimiento. Las emociones, pensamientos, sentidos y objetos, absolutamente todo tiene una frecuencia vibracional. Ya que igual atrae a igual, es bastante lógico que la frecuencia vibracional de sus pensamientos predominantes atraerán resultados que tengan una frecuencia vibracional similar. Sabemos que las emociones basadas en el amor (amor, deseo, felicidad, maravilla, alegría, etc.), tienen una alta frecuencia vibracional, mientras que las emociones basadas en el temor (cólera, odio, intolerancia, temor, tristeza, etc.) vibran a una frecuencia menor.

VII

Ley de la Correspondencia

"Igual adentro, igual afuera" es un viejo refrán que describe perfectamente la Ley de Correspondencia. Esto simplemente quiere decir que lo que sucede en el exterior no es más que el reflejo de lo que está pasando en el interior. Su mundo exterior es un reflejo de su mundo interior. Un individuo que es infeliz y que vive en constante conflicto con él mismo, siempre mostrará un comportamiento negativo en el exterior. Algunas veces estas personas enmascaran este comportamiento y pensamientos negativos, pero su verdadero sentir aparecerá en cualquier momento para mostrarlo tal cual es. Todas las cosas en nuestra vida son el espejo de lo que sucede dentro de nosotros. Y si usted quiere mejorar su vida exterior, la única manera de lograrlo es cambiar lo que está sucediendo dentro de usted mismo.


Finalmente, para lograr la vida exitosa y feliz que merecemos, es necesario comprender y vivir de acuerdo a la Ley Universal. El mejor modo de hacer esto es primero y más importante, controlar sus pensamientos y mantenerse en el momento presente.

Siempre hágase esta pregunta: "¿Sobre qué estoy pensando ahora?" Si la respuesta es algo negativo, dese usted mismo la oportunidad de cambiar sus pensamientos. Esto será el comienzo de su vuelta a tomar el control de su vida, primer paso en la consecusión de una duradera felicidad y paz mental.








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