Anali Sthefani Garayar Zevallos.

viernes, 6 de enero de 2012

Que de ti tengo




Quiero despedir este 2011, tan vapuleado, tan lleno de incertidumbre que a más de uno se nos ha hecho largo. No pido muchas cosas a la vida, será por eso que rara vez compro lotería, y cuando lo hago, me arrastra algún compromiso, nunca lo hago pensando que me pueda tocar, pues solo creo en una lotería, que es la salud, si la tienes, tienes el mejor de los tesoros, puedes luchar, hacer muchas cosas, sin ella, cuesta vivir e incluso se te puede ir la vida, y eso no lo resuelve ningún tipo de riqueza.
Para todos vosotros, para mi país y la humanidad entera, voy abogar por la esperanza de que este 2012 nos llegue sano, en todos los sentidos, y si arrastra algún mal endémico, heredado del anterior, se encuentren los medicamentos apropiados, para que crezca sano, para cuando ceda el testigo en esta gran carrera que es la vida, lo haga cargado de ilusiones, con una brillante luz en el horizonte, que vaticine, no solo tiempos de cambio, que además sean los mejores que ha conocido la humanidad… Ojala este deseo no sonará a utopía, ojala…






Que de ti tengo






Que de ti tengo, mi memoria en un tintero
fresca, como el canto de un río, en mi hoja de papel,
el eco de tu voz entre las silabas que escribo,
se distiende hasta que la abrazo entre mis versos.

Que de ti tengo, la cruz de las soledades de la noche,
el invierno fantasma de un presagio olvidado,
que aún le brillan los ojos cuando inclinas tu frente,
perenne y tatuando recuerdos en mi piel.

Que de ti tengo, los cielos de mi memoria nítidos
abriendo espacios a la leyenda que rehuyó de su historia,
empapada de incienso, purificando su sepultura,
tanto, tanto, que por muerta, tiene vida.

Que de ti tengo, lo que no tengo y en ello hallo consuelo,
como unos brazos que abren camino en la niebla,
con un mador tenue cubriendo mi cuerpo, en esta lluvia
de sensaciones de primavera, soñada a destiempo…