Anali Sthefani Garayar Zevallos.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Gran pedantería…

Y si no fuera por su osadía
Mi alma no amara su alma
Y es que él ama con calma
Con calma y prisa, paragógica entre risas
Hoy conquista esta alma esperando hecha triza

Te quiero por no decir te amo

Y quizá decirlo suene a un romance sin fin más amado por mí
O quizá decir te amo por no decir te olvido
Esto es lo que esta noche mi corazón siente...

Te amo por no decir te quiero

No te olvido por no decir te espero
Pero te espero como espero el caer de la tarde cada veintitrés de enero
Con veintitrés corazones… te espero.
Hoy aprendí a quererte más que ayer
Hoy aprendí a quererte más que a mí
Como flauta intensa en noche de melancolía.

Quiero que te acerques suavemente,
que te apoyes en mí con fuerza y mando.
Que me viertas el agua lentamente,


y en mi cuerpo se vaya deslizando.
Que tus manos traviesas y calientes,
se pierdan en la pompa de la espuma.
Que tus dedos inquietos e impacientes,
me vayan frotando con ternura.
Que me lo hagas sobre la hierba tibia ,
bajo el sol de la tarde que nos quema,
se derramen sobre el suelo y que se beba
las cascadas presurosas con lascivia.
Que me seques con un paño de caricias,
que no queden los rastros de las gotas
bribonzuelas que en el rato la delicia
de tus yemas las volvieran como locas.
Y que luego me contemples extasiado,
con tus ojos de orgullo y posesión.
Y con gestos de un artista realizado,
me dibujes con la vista un corazón...

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