en el cigarro que consume tu nombre en cada pitada.
Ansiedad que me mata, el no tenerte cerca, el contar
las horas para verte la cara y en cada bocanada largar
mi fastidio, mi extrema arrogancia. Pretender que soy
lo único importante, pero lejos de eso me tienes sin
saberlo a merced de tus ganas. Señor envolvente tu
sonrisa, siempre gana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario